La historia de detrás de los fogones.

José, alias “el Peretón”, conoció a Carmen 'la Loba', hija de Antonio 'el Lobo', en un baile celebrado en las fiestas de la ermita de su pueblo. Se enamoró perdidamente de ella, hasta recorrer el trayecto diariamente en bicicleta para ir a verla. Finalmente, se casaron en 1952 y fruto del matrimonio nacieron Encarna, Pepe y Antonio, actuales gerentes. Carmen, mujer emprendedora y con carácter comercial, pensó que los trabajadores que iban al campo a labrar necesitaban una parada donde coger energía. Y bajo esta idea, abrió una posada en la carretera nacional y comenzó a vender vino y “michirones” murcianos a todo el que pasaba. Este menú, lo completaba con el pan casero que hacía para la familia y que era la envidia de quien pasaba. Como buena “aprovechadora”, de esa masa de pan sacaba el postre horneado a la leña: una torta de chicharrones para acompañar el café de olla, también tradicional de la huerta de Murcia. Delicias como éstas, pronto se hicieron famosas en esta Carretera Nacional, por entonces, paso obligado que llevaba de Alicante y Murcia a toda Andalucía hasta Cádiz. De este modo, Carmen decidió ir a más, haciendo una matanza de cerdo semanal, y constituyendo una pequeña tienda que le daría el carácter de venta, a esta parada gastronómica. Esta tienda hizo las delicias de la gente durante años, pero al abrir los grandes supermercados, no pudo competir con los precios y decidió completar este proyecto con un restaurante, y ampliar sus menús con paella de arroz y conejo a la leña, migas murcianas con tropezones, carne a la brasa y asados de carne al horno de leña. Así nacía El Peretón, lo que es hoy una venta y asador murciano con historia, dentro de la tradición gastronómica en la Región de Murcia. Setenta años después, todo sigue igual, pero mejorado. El restaurante está regentado por sus tres hijos: Encarna, Antonio, Pepe y su mujer Sole. Y todo el que pasa, recuerda la mesa de la abuela Carmen.